Hace un par de semanas, mi vida dio un giro radical. Estaba yo preparándome para dar el salto online, comenzar a rodar todo el proyecto que tengo en mente, cuando me tuve que ir de urgencias con mi perra en mitad de la noche.
De alguna manera, camino al veterinario de urgencia, intuí que el camino de mi Kira estaba llegando a su fin. Hoy hablo con el corazón en la mano, sintiendo el gran amor que me ha acompañado durante 11 años, y todo lo que me ha enseñado, las lecciones que me ha dejado para el resto de mi vida.
Tuvimos que dejarla marchar, despedirnos de ella. Han sido unos días muy duros, y lo seguirán siendo. Día a día me voy acostumbrando a no escuchar su rabo moviéndose al otro lado de la puerta cuando iba a abrir la puerta de casa para entrar.
Pero a mí me enseñó a lo largo de su vida a vivir el presente, y a ESTAR PRESENTE. Ella era capaz de estar todo el día tumbada esperando a su momento de conexión conmigo, y en cuanto lo tenía, ella estaba al 100%, lo mínimo que le podía devolver era reciprocidad. Por ello, cada vez que salía a pasear con ella, intentaba (no siempre lo conseguía) estar solo para ella durante su paseo, no estar sumida en el móvil, no aprovechar para hacer llamadas, si no que el tiempo que estuviera paseando con ella mi atención estaba puesta en ella 100%. Estar conectadas.
Gracias a esto, poco a poco, me fui dando cuenta de mi situación, en el que yo estaba realmente poco conectada conmigo, y me ayudo a conectarme conmigo misma. Ella me enseñó una lección importantísima de vida. Estar presente en el momento presente, con las personas/animales que quieres, y eso me incluye a mí misma.
Gracias a ella, estoy conectando con mi verdadera esencia. Gracias a ella, valoro tanto la presencia de otras personas, las respeto y las cuido cuando me brindan su tiempo. Gracias a ella, tengo una conexión espectacular con mi hija, porque aunque no puedo estar todo el día con ella al 100%, si que conscientemente me guardo ratos a lo largo del día para estar únicamente presente con ella.
Y sabéis? Cuando supimos que el tiempo de Kira estaba en la cuenta atrás, quisimos hacer los últimos planes con ella, para que se llevara las últimas experiencias. Que cosa tan humana esto.. hacerlo todo rápido ahora sabiendo que no queda tiempo. A ella no le hacía falta llevarse estas últimas experiencias, sabéis por qué? Porque ya las vivió con nosotros, durante sus 11 años de vida. Ella sí tuvo presencia completa y total durante estas experiencias con nosotros, por lo que, no necesitaba una experiencia más, ella ya estaba completa.
No esperemos a nuestra cuenta atrás.
Gracias Kira, por elegirme y compartir tu vida conmigo.
Son unas palabras preciosas dedicadas a nuestra perrilla, con su corazón tan grande para darnos amor e inocencia.
Me alegro que te haya mostrado un camino para continuar con tú vida y vivir el día a día.
Besazos